Para llevar a cabo cualquier proyecto de bricolaje es necesario contar con las herramientas adecuadas. Lo último que se recomienda a la hora de trabajar es hacerlo “con los dientes”, como se le llama coloquialmente.
Todo bricolador sabe que hay herramientas que no pueden faltar en su caja, especialmente cuando se trata de proyectos de carpintería, ya que la madera es uno de los materiales que requiere más detalle y acabados más delicados.
Una de estas herramientas es la escofina. Puede que ya la conozcas o puede que el nombre no te resulte muy familiar. De cualquier manera, estás a unas pocas líneas de saber todo sobre ella.
Algunas personas tienden a confundir la escofina con la lima, y si bien son similares tanto en estructura como en funcionalidad, tienen ciertas diferencias que vale la pena mencionar. Así que, prepárate para tomar nota y aprender cómo y en qué momento debes utilizar la escofina cuando estés trabajando ciertos tipos de madera en tus proyectos de carpintería. Después de leer este artículo, de seguro sabrás a la perfección cuándo usar una lima y cuándo una escofina. ¿Vamos? ¡A por ello!
Qué es una escofina
La escofina está clasificada como una herramienta de abrasión y fricción, cuyo objetivo es eliminar el excedente de material que sobresale de la superficie cuando se está trabajando la madera. Aunque la escofina también puede ser utilizada cuando se trabajan materiales como metales y plásticos, es más utilizada en trabajos de carpintería.
Su cuerpo está formado por una especie de dientes triangulares ubicados en serie y de forma diagonal a lo largo de todo su cuerpo. Tanto el número como el tamaño de los dientes van a determinar el grado de perfilado o pulido que vamos a dejar en la madera, o en su defecto, en el material que decidamos pulir.
No dará el acabado final a la pieza, pero sin duda le dará su forma inicial.
Hay que tener en cuenta que la escofina, aunque es una herramienta de pulir, no es la que dará el acabado final a la madera, pues su función es rebajar la madera de una manera mucho más rústica o tosca. Es utilizada principalmente para erradicar la madera que sobresale en la superficie de la madera en las zonas curvas.
¿Cómo utilizar la escofina?
Lo primero que debes tener en cuenta es que debes tener tus manos libres a la hora de trabajar en la pieza de madera. Con “manos libres”, nos referimos a que tus manos lo único que deben estar sujetando es la escofina, ya que de lo contrario no podrás hacer un buen trabajo.
Esto significa que tu material a perfilar debe estar sujeto a un tornillo de banco o a alguna herramienta similar, de modo que pueda hacer uso de ambas manos para comenzar.
Bien, ahora que ya tienes la escofina en tus manos, toma el mango de la escofina con una de tus manos y sujeta la punta de la vara con la otra. Al sujetar la herramienta con ambas manos, tendrás un mejor control de ella, especialmente teniendo en cuenta que solo realiza su proceso de pulido y perfilado en el movimiento de avance.
Puedes realizar este movimiento las veces que sean necesarias, hasta que consideres que la pieza ha tomado el aspecto que estabas buscando. Puede que este proceso pueda tomar solo unos minutos o mucho más. Para cualquiera de los dos casos se recomienda adoptar una postura ergonómica y así evitar lesiones o fatiga excesiva durante o después del proceso.
¿Cómo usar la escofina de manera segura?
Al ser una herramienta manual, es necesario tomar en cuenta algunas recomendaciones para utilizar la escofina de manera segura y evitar accidentes al trabajar la madera.
En primer lugar, puesto que la herramienta está provista de una infinidad de dientes, es normal que durante el pulido, una gran cantidad de virutas se queden atascadas allí. Antes de continuar el proceso debes asegurarte de limpiar la escofina con un pequeño cepillo de alambre. De lo contrario, corres el riesgo de que la herramienta se quede atascada y puedas estropear la madera.
En segundo lugar, asegúrate de trabajar con unos guantes adecuados que puedan proteger tus manos en todo momento. No querrás correr el riesgo de que el mango no esté bien acoplado al resto de la herramienta y tus manos paguen el precio. Esto último que mencionamos siempre debes verificarlo antes de comenzar a trabajar.
Para qué sirve una escofina
Cuando realizamos cortes en la madera, independientemente del proyecto en el que estamos trabajando, es inevitable encontrarnos con restos de madera que sobresalen de la superficie, especialmente en las zonas curvas y en las esquinas. Pues la mejor forma de deshacerse de ese exceso de madera es haciendo uso de la escofina.
La escofina sirve para “comer” rápidamente los excesos de material y darle la forma inicial a la pieza que se está perfilando.
Hay que aclarar que la escofina no es precisamente una herramienta delicada, no es su intención cuidar los detalles de pulido, no está en sus manos darle a la madera el acabado o el pulido final.
Partes de una escofina
- Mango: Corresponde a la parte que vamos a tomar para sujetar la herramienta. Generalmente está fabricado con PVC o plástico de alta resistencia. La mayoría de los mangos están provistos de propiedades antiresbalantes para permitir trabajar de forma segura y evitar accidentes. Además, suelen incluir un agujero en su parte inferior para que la herramienta pueda ser colgada en la pared.
- Espiga: Aunque la espiga forma parte del cuerpo de la herramienta, no contiene dientes. Es totalmente lisa y se trata de la sección del cuerpo más cercana al mango.
- Cuerpo: Es la razón de ser de la herramienta. Es allí donde están ubicados los dientes encargados de realizar el proceso de pulido y perfilado. Como ya hemos mencionado, los dientes están distribuidos de manera diagonal para poder cortar durante el movimiento de avance. Usualmente el cuerpo de la escofina está fabricado con acero de gran dureza.
- Punta: Cuando hablamos de la punta de la escofina, nos referimos al extremo superior del cuerpo. Dependiendo del tipo de escofina que estemos utilizando, puede tener una forma específica.
Tipos de escofinas
Aunque parece una herramienta que da la impresión de no contener muchas variaciones en su forma y funcionalidad, en realidad podemos conseguirlas en diferentes tipos. Para encontrar la escofina correcta, debemos evaluar las necesidades de la madera y entonces escoger la que mejor se adapte.
A continuación clasificamos las escofinas tomando como referencia el tamaño del grano:
Escofina fina
Se trata de la escofina más delicada, ya que posee un grano muy fino. Por lo tanto, se utiliza para repasar y obtener algunos detalles de acabado en la madera. Se podría decir que es la escofina que más se acerca tanto física como funcionalmente a la lima.
Escofina media
Es un poco más agresiva que la fina. Se utiliza precisamente para preparar el material antes de dar paso a la utilización de la escofina fina o la lima. Su grano es de tamaño medio, por lo que su empleo resulta ideal cuando se busca un resultado ni muy delicado, ni muy brusco.
Escofina gruesa
Corresponde a la escofina más potente de todas. No tiene nada que ver con la delicadeza. Se utiliza para trabajos de mayores dimensiones donde se procura rebajar la madera de forma rápida. Algo que en la carpintería se conoce como trabajos de desbaste.
Además del tamaño del grano, también podemos clasificar las escofinas según su forma:
Escofina punta curva
Hay ciertos lugares en la madera que son de difícil acceso para una escofina convencional. Es aquí donde resulta ideal la escofina de punta curva, que permite alcanzar los lugares más complicados.
Escofina media caña
Se le conoce de esta manera porque su cuerpo dispone de una cara totalmente plana y la otra curva. Aunque es utilizada para rebajar madera, es comúnmente empleada para conseguir ángulos con acabados ideales.
Escofina plana
Es la escofina más utilizada de todas. Su cuerpo es de forma rectangular y plana, razón por la cual es la escofina ideal para tratar superficies planas pero de no muy grandes dimensiones. En caso de necesitar rebajar o pulir una lámina de grandes dimensiones, se hace necesaria la utilización de un cepillo para carpintero.
Escofina redonda
Después de la plana, es la segunda escofina más utilizada. Su principal aplicación es ampliar agujeros que han sido perforados por alguna broca de campana y necesitan algunos ajustes. También se utiliza para rebajar algunas superficies curvas de la madera. Es más funcional de lo que parece.
Diferencias entre escofinas y limas
Ambas herramientas a menudo tienden a ser confundidas por la gran similitud en cuanto a funcionalidad y aspecto. Por eso queremos dejarte algunas diferencias para evitar confusiones en el futuro:
La escofina está provista de dientes gruesos que tienen la capacidad de arrancar y rebajar una mayor cantidad de madera, mientras que la lima cuenta con dientes de menor tamaño que más bien pulen y dan los acabados finales a la madera. Sí pueden rebajar, pero de una manera más limpia y delicada.
Por otro lado, tal como asomábamos al principio, mientras que la lima tiene la capacidad de alisar la superficie para darle el detalle final a la madera, la escofina arranca la madera de forma brusca sin proveer a la superficie delicadeza ni precisión. En pocas palabras, si quieres diferenciar rápidamente la escofina de la lima, solo debes fijarte en el tamaño de los dientes de cada una.