La señal que recibe la televisión no siempre es recibida con la misma calidad de la fuente original, y en ocasiones incluso puede verse distorsionada por culpa de una serie de factores que pueden influir en su transmisión. El remedio a muchas de estas causas es instalar un amplificador de antena, pero conviene saber cómo funcionan estos aparatos y cuál es realmente su función.
Enseguida te lo explicaremos con más detalle, pero te adelantamos que no es un amplificador de antena lo que necesitas en caso de estar buscando mejorar la recepción de la señal. Si quieres conocer más a fondo cómo trabaja un amplificador de antenas, cómo se instala, los aspectos básicos para los menos puestos en el tema y en qué se diferencia de otros elementos que se instalan para alterar la recepción de la señal de la antena, te animamos a que sigas leyendo: hemos preparado una extensa guía con todo lo que tienes que saber acerca de los amplificadores de antenas.
Qué es un amplificador de antena
Un amplificador de antena es un dispositivo que está pensado para recibir la señal que entra en la televisión. La intensidad de esta señal es ajustada por el regulador, un elemento que fue concebido para mejorar la señal y que repercute en la calidad final de la imagen que se visiona. Pero, contrariamente a lo que se cree, un amplificador no es un dispositivo hecho para mejorar la señal. De hecho, la amplificación de la señal no tiene nada que ver con una mejoría en la calidad de la misma, sino que aumenta su alcance.
Un amplificador de antena no es un dispositivo hecho para mejorar per se la señal: solo se encarga de magnificar su recepción.
¿Esto que quiere decir? Pues que un amplificador de antenas es un dispositivo que permite que la señal llegue a un mayor radio de acción, pero esta llega tal cual la fuente de origen la emite. Por tanto, un amplificador de antenas no mejora la recepción de la señal, sino que hace que esta tenga un mayor alcance.
Para qué sirve un amplificador de antena: usos básicos
Puede parecer evidente, pero un amplificador de antena sirve para amplificar la señal. Risas aparte, es importante hacer hincapié en este término porque, como te acabamos de explicar, estos aparatos no mejoran la calidad de la señal, sino que amplifican su radio de acción. Esto permite que la señal pueda ser recibida por más dispositivos, algo especialmente útil en viviendas ubicadas en parajes poco concurridos o alejados de las grandes urbes.
Gracias a los amplificadores, la señal puede ser recibida en un radio mucho mayor.
Gracias a los amplificadores de antenas, la televisión puede ser vista en muchos puntos de interior, sorteando los obstáculos naturales que suponen las montañas y los desniveles para este tipo de señales, que se ven perjudicadas por las barreras que puede encontrarse por el camino. Por suerte, la tecnología se ha desarrollado tanto que es posible sortear estos obstáculos utilizando receptores de señal que alteren el curso natural de la transmisión de la misma, y haciendo uso en las zonas despejadas de amplificadores que permitan transportar la señal a los lugares más alejados.
¿Cómo saber si un amplificador de antena funciona?
Normalmente, si el amplificador está colocado lo más cerca posible de la antena, su eficacia es prácticamente total. Aunque no hay un modo de saber en qué porcentaje exacto está funcionando el amplificador, sí se puede recurrir al emisor de la señal para solicitar una medición de intensidad de la misma en un punto determinado. Como habitualmente lo que se quiere es saber si el amplificador está funcionando bien en la antena de la vivienda, lo mejor es solicitar una revisión del punto más próximo a la toma de la vivienda o, en su defecto, del piso (si el amplificador es privado).
El amplificador de antena se tiene que colocar en un punto cercano a la antena para que la señal pueda magnificarse lo máximo posible, y que esta ampliación tenga efectos en la recepción de la señal de la televisión de la vivienda.
Un amplificador de antena siempre debe colocarse lo más cerca posible de la antena para maximizar su eficacia y rendimiento.
Es habitual recurrir a estas mediciones para comprobar la efectividad de los amplificadores. Sin embargo, no todos los problemas de imagen están relacionados con una posible poca efectividad del amplificador. Por ejemplo, uno de los problemas más comunes con la TDT es visualizar la imagen distorsionada por píxeles.
Un problema que, si es leve, solo afecta a la imagen, pero puede comprometer la calidad del sonido también en caso de agudizarse el problema. Esta cuestión poco tiene que ver con la intensidad de la señal, sino con la cantidad de variaciones que está sufriendo desde la fuente de origen hasta que es recibida por la televisión.
Otro problema común que puede afectar el papel de un amplificador y que nada tiene que ver con la eficacia de estos aparatos es el pixelado por sobredimensión en la definición de la imagen. Es habitual que algunas cadenas decidan reescalar sus imágenes (por ejemplo, de una cámara 720p a 1080i) para mejorar la calidad del contenido. Sin embargo, si esto no se hace adecuadamente, la señal puede sufrir alteraciones y ser recibida con distorsiones por la antena de la vivienda, entorpeciendo su fluidez.
Diferencias entre amplificador y alimentador de antena
Erróneamente, se suelen utilizar los términos “amplificador” y “alimentador” para referirse al mismo dispositivo, cuando en realidad no funcionan igual ni tienen el mismo objetivo. Para que nos entendamos, un amplificador de antena es un utensilio que se utiliza para magnificar la señal en el receptor (la antena), mientras que un alimentador de antena es un accesorio empleado para proporcionar corriente eléctrica al amplificador.
Un amplificador y un alimentador no son lo mismo. Tiene un objetivo común, pero trabajan en zonas diferentes de la antena.
¿Para qué se hace esto? Muy sencillo: para proporcionar corriente eléctrica directamente al mástil (en caso de que se disponga de un amplificador de este tipo) o a la propia antena, lo que mejora la capacidad de recepción de la señal. Pero tanto las funciones como los objetivos de estos dos dispositivos son muy diferentes.
Es cierto que ambos actúan magnificando la recepción de la señal, pero un amplificador amplía la capacidad de la antena y un alimentador hace que el amplificador disponga de una mayor alimentación, por lo que no pueden ser utilizados como sinónimos al ser dos accesorios totalmente diferentes.
Tipos de amplificadores de antenas
La clasificación de amplificadores de antenas se realiza en función del lugar en el que sean colocados estos aparatos, pudiendo encontrar amplificadores de mástil y amplificadores de interior.
Los amplificadores de mástil se colocan en esta parte de la antena, y se sujetan mediante unas abrazaderas en una posición cercana al punto de recepción de la señal, que suele estar colocado en la base o en uno de los extremos de la antena. Son de los amplificadores más utilizados en viviendas unifamiliares y algunos modelos disponen de varias entradas, no solo una, para poder introducir la señal procedente de varias antenas. Esto es una ventaja porque permite captar la señal tanto de antenas UHF como VHF y FM.
Algunos amplificadores de mástil disponen de varias entradas para señales UHF, VHF y FM.
Por su parte, los amplificadores de interior son dispositivos mucho más compactos que se instalan en el interior de las viviendas. Funcionan del mismo modo, pero actúan no en el punto de recepción de la antena, sino en el de la toma. Por tanto, amplifica tanto la señal de una antena individual como una colectiva.
Es una de las mejores soluciones para acabar con algunos problemas de pixelado. Por ejemplo, si se utiliza la toma de la vivienda para empalmar una señal a otra televisión de la casa además de la del salón, lo más seguro sea que esta señal se reciba mal en los demás dispositivos. Un problema que desaparece cuando se instala un amplificador, acabando con el problema del pixelado de imagen y de la desincronización de la señal de audio.
Cómo instalar un amplificador de antena
Aunque se puede recurrir a un equipo de expertos para la instalación de un amplificador de antenas, no resulta demasiado complicado colocar un dispositivo de este tipo. Los amplificadores de interior son los más fáciles de colocar, ya que se ubican junto a la toma de la antena donde se recibe la señal. Y tampoco es que sea muy difícil ponerlo en una antena de exterior, ya que suelen contar con una serie de pinzamientos que se adhieren a la base de la antena o a uno de sus extremos.
Si lo quieres instalar tú mismo, en apenas unos sencillos pasos lo puedes tener funcionando sin mucha complicación. Lo primero es buscar una ubicación idónea, ya que de ella dependerá lo eficaz que pueda llegar a ser el amplificador. Donde mejor cobertura de red se obtiene es en las zonas altas, preferiblemente en azoteas o balcones. En estos puntos altos se tiene una recepción de señal muy alta, por lo que es fundamental que el amplificador esté colocado ahí. Pero cuidado con las alturas: te recomendamos que tomes las debidas precauciones para evitar sustos durante su instalación.
En los puntos más altos se obtiene una mejor recepción de la señal, por lo que siempre hay que colocarlos en un punto elevado para asegurarse de que estos dispositivos rinden bien.
Los amplificadores funcionan especialmente bien cuando se instalan junto a los puntos de recepción próximos a la antena, y en especial cuando esta está ubicada en las alturas. Si tienes una vivienda de varios pisos, lo mejor es optar por instalarlo en la zona más alta que tengas a mano, y siempre en un punto lo más cercano posible a la toma de recepción de la señal.
Trucos para aumentar la señal de la antena de TV
Aunque lo mejor para aumentar la señal de la antena de televisión es colocar un amplificador que ayude a magnificar la recepción de la señal, siempre puedes recurrir a unos sencillos trucos para hacer que la capacidad de recepción de la señal de la antena sea mayor.
Uno de los más viejos es hacer uso de papel de aluminio para mejorar la conductividad de la señal. Aunque durante un tiempo se creyó que esto era poco menos que un mito, lo cierto es que a día de hoy el uso de aluminio está muy extendido, sobre todo para redireccionar las ondas Wi-Fi y para mejorar la recepción de la señal de televisión (un módem no deja de ser una antena receptora y emisora de señales, al igual que una de televisión, por lo que el uso de aluminio está a la orden del día para mejorar su capacidad receptiva).
Un truco cuya efectividad no ha sido demostrada pero que ha gozado de mucha popularidad en los últimos años ha sido el relacionado con la selección de canales. Se decía que eligiendo canales de televisión que tradicionalmente se han visto mal, y cambiando habitualmente de canal, se podía mejorar la recepción de la señal de manera selectiva. Sin embargo, aunque pueda contribuir, existen más factores que una mera elección de canal que influyen a la hora de recibir la señal con mayor o menor calidad.
Para que un amplificador funcione, la ubicación de la antena debe contar con una elevada capacidad de resección.
Lo que sí funciona y te deberías plantear hacer si la señal sigue fallando es cambiar de sitio la antena. Es lo mejor para descartar que el área en la que se encuentra no tenga algún tipo de déficit. De hecho, muchos de los problemas de señales vienen por el hecho de que hay ángulos que no cuentan con una buena resección, algo que se descubre (y se soluciona) cambiando de sitio la antena. Eso sí, quizá lo mejor sea recurrir a un especialista si está ubicada en una zona algo peligrosa, como en un tejado inclinado. Lo primero, siempre y ante todo, la seguridad.
Otra cuestión a tener en cuenta: la base de la antena. Es un elemento al que nadie casi nunca presta atención, y tiene una importancia capital cuando se trata de optimizar la recepción de la señal de la antena. Lo mejor es que esta solución se combine con una modificación del lugar si la señal presenta muchas interferencias o el problema afecta a varios canales, ya que puede tratarse de un problema de resección.
Si modificas la base por una de cemento o hierro conseguirás que la antena mantenga su alta capacidad receptiva mientras te aseguras de que su punto de recepción de señales no está en constante movimiento, un problema que puede afectar negativamente a la calidad de imagen y sonido de la televisión.
Por último, corrige las uniones de la antena. Antes de empezar con cualquier solución más o menos invasiva, trata de asegurarte de que las uniones se encuentran ajustadas. Aunque parece una tontería, este detalle tan simple puede marcar la diferencia a la hora de disfrutar de un canal en máxima calidad a no hacerlo y sufrir interferencias de manera constante. Además, los brazos siempre tienen que estar ajustados para que la capacidad receptiva de la antena se mantenga en todo momento en unos valores óptimos.