Las puertas cumplen una función importantísima en los hogares, protegiéndonos frente a los elementos y garantizando nuestra seguridad, al dificultar que cualquiera pueda entrar en nuestra vivienda. Las puertas nos aportan intimidad, pero también nos aíslan del ruido y mejoran la eficiencia energética, por eso, es hora de saber más sobre ellas y analizar en profundidad cuáles son las partes de una puerta.
¿Qué es una puerta?
Antes de entrar a examinar sus componentes es conveniente que hagamos una aproximación a este elemento del que estamos hablando, porque todos hemos visto puertas, pero quizá no nos resulte sencillo definir de qué se trata.
Pues bien, una puerta es una abertura en un lugar cerrado que permite la entrada y la salida al mismo. En la mayor parte de los casos esa abertura se cubre con un elemento móvil que se puede abrir y cerrar a discreción.
Dentro del ámbito arquitectónico, se definen las puertas como mecanismos de movimiento hechos a base de madera u otros materiales como el metal o el vidrio, que permiten el acceso a los inmuebles y a las diferentes estancias en las que se dividen los edificios.
¿Cuáles son las partes de una puerta?
Ahora que el concepto ha quedado claro, veamos con más detalle qué elementos nos podemos encontrar si observamos con detalle una puerta.
Vano y marco
El vano es el hueco que se hace en la pared y que permite la entrada y la salida de las estancias. Debe tener una altura mínima de dos metros y una anchura también mínima de 60 centímetros, siempre con forma rectangular.
La parte superior del vano es lo que conocemos como dintel, mientras que la parte inferior es el umbral.
El vano se remata con un marco que queda empotrado en la pared. Es la parte inmóvil de la puerta, que se encarga de mantenerla en el sitio. Permite su cierre y, además, cumple una importante función estética.
El marco está compuesto de un travesaño superior que se encarga de retener la puerta para que solo abra en un sentido, y dos largueros laterales en los que se instalan, respectivamente, las bisagras y la cerradura.
Hoja
La hoja es lo que normalmente entendemos como puerta. Esa plancha de madera u otro material que se puede abrir y cerrar y que queda fijada al marco a través de las bisagras.
La hoja es diferente en función de si estamos hablando de una puerta de entrada o de una puerta de paso. En el primer caso, en la hoja nos encontraremos con componentes como la mirilla o la aldaba, de los que hablaremos más adelante.
Cada hoja, sea de interior o de exterior, se compone de varias partes: El lateral derecho y el izquierdo se rematan con el travesaño superior y el inferior, y entre estos se encuentran el plafón o cuarterón superior, el travesaño central y el plafón o cuarterón inferior.
Bisagra
Cuando hablamos de las partes de una puerta, no cabe duda de que las bisagras son una de las más importante.
Una bisagra se compone de dos piezas metálicas articuladas en torno a un eje fijo. Las bisagras se instalan a diferentes alturas dentro del marco de la puerta para sujetar la hoja, y normalmente están fabricadas con hierro, latón o acero inoxidable. Además, pueden tener diferentes tamaños y formas.
Pernio
Esta pieza metálica la encontramos tanto en las puertas como en las ventanas. Se compone de de dos partes unidas en torno a un eje independiente. La gran diferencia con respecto a la bisagra es que el pernio se puede desmontar, lo que nos permite sacar la hoja del marco.
Por otro lado, las bisagras no tienen mano y los pernios sí, de modo que según el modelo elegido la hoja abrirá hacia la izquierda o hacia la derecha. Porque es precisamente esta pieza la que permite el movimiento de apertura y cierre de la puerta.
Manilla
Es el mecanismo que utilizamos para abrir y cerrar la puerta y está disponible en diferentes modelos que pueden estar elaborados con múltiples materiales y ser más o menos grandes. De hecho, la manilla tiene una gran importancia dentro de la estética de la puerta y puede ser con placa (la pieza larga que se ubica detrás de la manilla) o con roseta (pieza redondeada).
Dentro de la categoría general de manillas nos encontramos con modalidades específicas:
- Manillón: es el tirador que permite la apertura y cierre de las puertas correderas.
- Pomo: pieza de forma esférica que puede ser fija o móvil. El pomo fijo se instala habitualmente en puertas de exterior y se usa para tirar de la puerta al cerrarla. El pomo móvil se emplea en puertas de paso y sirve para abrirlas y cerrarlas, puesto que desplaza el picaporte.
- Uñero: es un tirador que se incorpora directamente en la superficie de la hoja, para conseguir una puerta de líneas depuradas. Lo podemos ver con mucha frecuencia en las puertas de los armarios de la cocina.
Picaporte
El picaporte o resbalón es el mecanismo interno que permite que la hoja quede fija en su lugar cuando la cerramos. Esta pieza metálica se contrae al accionar la manilla o pomo, y es precisamente esa contracción la que da lugar a la apertura o cierre de la puerta.
Condena
También conocida como cancela o pestillo, se trata de una pequeña pieza metálica que se instala en algunas puertas para poder cerrarlas desde dentro de la estancia. Su presencia es habitual en los cuartos de baño y también en el dormitorio principal, y normalmente está integrada en la manilla.
Partes de una puerta de exterior
La mayoría de estos elementos que hemos visto están presentes en todas las puertas pero, cuando se trata de una puerta de exterior, hay que sumar algunos más.
Aldaba
Es un herraje que sirve para llamar a la puerta, golpeando la hoja con la pieza metálica. A día de hoy tiene una función eminentemente estética, puesto que la mayoría de las casas están dotadas de un timbre.
Bocallave
Esta pieza metálica sirve para embellecer y se encarga de tapar el agujero en el que va instalada la cerradura.
Bombillo o bombín
Es una de las partes de una puerta más importantes cuando se trata de una puerta de exterior. Se trata de un mecanismo que se acciona a través de la llave. Esta mueve los pestillos y los pasadores de seguridad y hace que el resbalón se mueva. Gracias a él podemos abrir la puerta o echar la cerradura.
Cerradura
Un mecanismo de metal que se instala en el interior de la hoja y se encarga de que una puerta no pueda ser abierta si no es con su correspondiente llave. En realidad, cuando se habla del concepto cerradura, este suele incluir todos los elementos necesarios para abrir la puerta o cerrarla para impedir el acceso a personas no autorizadas: el bombín, la manilla, etc.
Pasador o pestillo
Es una medida de seguridad extra. Una pieza metálica que cierra la puerta por el interior y evita que esta pueda ser abierta del todo, aunque se tenga la llave. Se compone de una parte que queda fija en el marco de la puerta y otra móvil que está en la puerta y que se desplaza para vincular la hoja con el marco.
Mirilla
La mirilla no es un elemento esencial dentro de las partes de una puerta, pero sí muy útil. Se abre un agujero en la hoja y en él se introducen dos piezas cilíndricas que se unen entre sí a través del sistema de rosca.
La parte interior está formada por un conjunto de lentes que permiten ver qué es lo que ocurre en el exterior sin ser vistos. En la actualidad, las mirillas tradicionales están siendo sustituidas por mirillas electrónicas, que muestran el exterior en una pequeña pantalla.
La unión de todas estas partes de una puerta consigue que estos elementos, que estamos tan acostumbrados a ver y utilizar en nuestro día a día, cumplan con su misión de proporcionarnos seguridad, intimidad y aislamiento.