No cabe duda de que uno de los momentos que más se disfrutan después de comprar una nueva casa, es la elección de los muebles, pues son ellos quienes darán al interior de tu hogar el tipo de ambiente que quieres. No necesariamente debes comprar una nueva casa para adquirir unos lindos muebles, puede que solo quieras renovar los que ya tienes en casa.
Una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta a la hora de comprar muebles es el tipo de madera de la cual están hechos, ya que de esto depende en gran parte el tiempo de vida útil que vayan a desarrollar.
Por lo general cada tipo de madera tiene una tonalidad particular, así que tienes una gran variedad de opciones para que escojas la que mejor vaya con la decoración que tienes en casa. No te preocupes si te invaden las dudas con respecto a qué tipo de madera es la más conveniente para tus muebles o para cualquier proyecto de bricolaje que tengas en mente. Hemos preparado un artículo que de seguro será de gran ayuda para ti.
Presta atención a todos los tipos de madera que estamos a punto de presentarte y toma nota de las características y propiedades de cada una. Para el final de este análisis tendrás un panorama más claro de lo que necesitas. ¿Te animas? ¡A por ello!
Tipos de madera para muebles
Madera de mango
Si estás buscando una madera con mucha rigidez pero que también pueda ser ligera, esta es una excelente opción para mobiliarios o cualquier decoración que quieras llevar a cabo. Una de las principales ventajas que tiene la madera de mango es que puedes encontrarla en diferentes tonalidades y en diferentes colores. Puedes incluso combinar colores oscuros con claros para darle contraste a la decoración.
La madera de mango tiene muy buenas propiedades de resistencia al agua, por lo que también resulta ideal para la fabricación de utensilios de cocina y muebles para exterior. Sin duda una madera que te funcionará tanto para interior como para exterior.
Madera de olmo
Si le preguntas a una ebanista (experto en fabricación de muebles), seguramente te dirá que la madera de olmo está entre sus favoritas a la hora de diseñar y dar forma a los distintos tipos de muebles. En este tipo de madera predominan las tonalidades oscuras y es un material de gran grosor.
Su densidad aproximada es de 650 kilogramos por metro cúbico.
Aunque es una madera muy agradable a la vista, su producción no es de las más altas, ya que no es de las maderas más sencillas de tratar y requiere de un cuidado muy especial, por lo que algunos prefieren maderas mucho más sencillas.
Madera de acacia
Se trata de una de las maderas que más predomina en lo que a fabricación de muebles se refiere. Podemos describirla como una madera con excelentes propiedades de dureza y elasticidad, una madera que si se le da el debido cuidado, se puede ubicar entre las de mayor vida útil.
¿La madera de acacia sirve para exteriores? La respuesta es sí, pero debes tener en cuenta que antes de exponer cualquier mueble a las condiciones climáticas del exterior, debes aplicar algún producto que le permita adquirir propiedades impermeables para extender aún más su período de vida útil. Lo cierto es que aunque la madera de acacia puede resistir ambientes exteriores, es más utilizada en la decoración interior del hogar.
Madera de caoba
Cuando hablamos de la madera de caoba, nos referimos a la que más elegancia le aporta a los muebles interiores. Se podría decir que es una madera de lujo, ya que suele utilizarse en los hogares más lujosos.
La mayoría de los muebles de caoba suelen ser diseñados a mano para cuidar cada detalle y acabado.
La coloración de la madera de caoba se encuentra en algún punto de la transición del marrón al rojizo, así que es fácil identificar cuando estamos en presencia de un mueble con este tipo de madera. Aunque con el pasar de los años, este color se va envejeciendo y cambiando un poco su tonalidad, sin dejar de ser elegante y agradable, claro está.
Madera de teca
Si tu intención es comprar muebles para exterior, no existe una madera que se adapte mejor a las diferentes condiciones climáticas que la de teca. Este tipo de madera contiene un aceite natural que funciona como repelente para todo tipo de mosquitos, incluyendo las termitas que se alimentan de madera.
Si bien la madera cuenta con excelentes propiedades impermeables, se recomienda complementarla con algún producto antihumedad cada cierto tiempo con la finalidad de alcanzar un mayor tiempo de vida útil. Es cierto que la madera de teca es recomendada generalmente para exteriores, pero su gran versatilidad permite utilizarla también en espacios interiores.
Madera de roble
Por mucho tiempo se ha dicho que el roble es la madera más recomendada cuando se tiene la estética como prioridad, ya que es una de las maderas más bellas y que permite acabados muy delicados y finos. Pero no podemos dejar de mencionar la gran resistencia del material, ubicándose entre las maderas más fuertes y duraderas.
La madera de roble es muy utilizada en España por sus grandes propiedades mecánicas.
Se trata de una madera muy utilizada por los expertos en decoración, ya que presenta tonalidades muy generosas que se pueden combinar prácticamente con cualquier ambiente interior. Es cierto que hablamos de una madera relativamente costosa, pero teniendo en cuenta su durabilidad, vale la pena apostar por ella.
Madera de paulownia
Se puede clasificar como una madera muy ligera y de grano fino. Es muy comúnmente utilizada en estado natural sin ningún tipo de tratamiento, ya que de esta manera va muy bien con las decoraciones retro o estilo vintage. Su gran ligereza permite que sea fácil de trabajar y de manipular.
Lo que más llama la atención con respecto a esta madera es que es totalmente impermeable, no necesita ningún tipo de tratamiento para preservar sus propiedades. Algo que sí es necesario tener en cuenta es que no es de las maderas más gruesas que se puedan conseguir, pero tampoco significa que sea un material débil.
Madera de mindi
Es una madera muy cultivada en algunas regiones de Asia y ampliamente en América del Sur. En su estado natural, esta madera presenta una tonalidad clara. Sin embargo, después de pasar por un proceso de tratamiento, tiene la capacidad de proporcionar varios matices de colores, lo que la hace muy versátil para decoraciones interiores.
No es muy recomendable exponer la madera de mindi a condiciones exteriores, ya que no se la lleva muy bien con el agua.
Junto a la madera de acacia, es de las más utilizadas en espacios interiores. Cuenta con dos características ideales que la convierten en una excelente opción para tu hogar: durabilidad y resistencia.
Tipos de maderas naturales
Madera de pino
Es una de las maderas más conocidas a nivel mundial. Tiene un color marrón muy claro con ligeras variaciones en amarillo. Su precio es accesible y se puede manipular y tratar con mucha facilidad. Además, tiene un aroma muy característico que ha sido utilizado en todo el mundo para fabricar distintos productos de limpieza y ambientadores.
El pino es generalmente utilizado para la fabricación de mobiliario con aspecto rústico. Para esto se da forma a la madera totalmente al natural, sin ningún tipo de tratamiento previo. Es utilizada prácticamente para todo tipo de trabajos decorativos y de carpintería.
Madera de cedro
Es comúnmente confundido con la madera de caoba, ya que ambas tienen una tonalidad rojiza. Si bien la madera de cedro es muy ligera, también es muy resistente, por lo que resulta ideal para el revestimiento de todo tipo de muebles. Además, tiene excelentes propiedades de resistencia contra la formación de hongos y cualquier tipo de moho.
Hay que mencionar que la gran calidad de la madera, la convierte en una de las más costosas.
La madera de cedro es muy utilizada para la fabricación de mobiliario de alta calidad. Así como también en trabajos de carpintería, fabricación de instrumentos musicales, construcción de casas y cualquier proyecto artesanal.
Madera de Álamo
Es una de las maderas más claras que se puede conseguir en el mercado, razón por la cual algunos prefieren otro tipo de maderas. Misma razón por la cual una gran cantidad de personas adoran trabajar con esta madera, ya que tiene un color que se puede combinar fácilmente con cualquier decoración.
Aunque es comúnmente utilizada al natural, gran parte de su éxito en el mercado se debe a los avances en los procesos de secado industrial y a las recientes tecnologías de preservación y coloración que extienden al máximo su período de vida útil. Sin embargo, no hay ningún problema en utilizarla al natural, siempre y cuando no vaya a ser expuesta a las distintas condiciones climáticas del exterior.
Madera de abeto
La madera de abeto a menudo suele compararse con la madera de pino, ya que tienen muchas similitudes tanto física como funcionalmente y es comúnmente utilizada en el mismo tipo de mobiliario que la madera de pino. La diferencia entre ambas maderas radica en el hecho de que la madera de abeto es mucho más ligera y menos resistente. Pero esto no significa que sea de baja calidad.
Tiene muy buena resistencia a la humedad.
Actualmente es muy demandada para la fabricación de chapas para muebles y vigas laminadas para techos. En algunos países, la madera de abeto destaca por su empleo para la obtención de pulpa de papel.
Tipos de madera dura
Madera de roble
Ya habíamos mencionado que la madera de roble es una de las más resistentes y duras que hay en el mercado, razón por la cual tiene un costo elevado. Sin embargo, muchos prefieren asumir el elevado precio de compra porque entienden que es una buena inversión a largo plazo. Un mueble hecho a base de roble es sinónimo de larguísima vida útil.
Es tan dura que a lo largo de la historia, ha sido utilizada en la industria naval y en todo tipo de elementos estructurales de construcción. El roble es muy utilizado como estructura principal para el techo de muchas casas a nivel mundial.
Madera de haya
La madera de haya es ejemplo de un material que combina belleza y resistencia. Tiene una tonalidad clara que se asemeja a la madera de álamo, pero con respecto a la dureza y la durabilidad es muy superior. No presenta ningún tipo de nudo y puede ser trabajada con gran facilidad.
Un árbol de haya puede llegar a medir 40 metros y vivir hasta 300 años.
Puede ser empleada en mobiliario interior, revestimiento de muebles exteriores, fabricación de mangos para herramientas manuales, fabricación de instrumentos musicales y cualquier proyecto decorativo o de carpintería.
Madera de nogal
Cuando se trata de popularidad, la madera de nogal está entre las primeras de la lista. Es muy demandada en el mercado gracias a tu oscura tonalidad que en algunas ocasiones puede rozar el color negro. Seguramente si consultas con algún carpintero o artesano, podrás descubrir que es una de las maderas más valiosas por su gran dureza y facilidad de tratar.
Además de su calidad, la madera no necesita ningún tipo de tratamiento o revestimiento para permitir acabados de calidad, ya que su color natural es sumamente elegante. Si has tenido la oportunidad de apreciar un mueble hecho con madera de nogal, habrás notado que tiene un aspecto robusto.
Madera de olivo
El árbol de olivo es mayormente conocido por los grandes beneficios y propiedades que aporta su fruto (aceituna), pero la realidad es que su madera es una de las más resistentes y duras que se pueden obtener en el mercado. Tiene una coloración muy característica que destaca por una tonalidad muy clara con ligeras vetas oscuras que pueden darle acabados artísticos a cualquier mobiliario.
Su tronco se caracteriza por tener una gran cantidad de nudos.
Sin embargo, la madera de olivo resulta un poco complicada de tratar y trabajar, ya que amerita un largo proceso de secado. Actualmente podemos observar muchos utensilios de cocina que son fabricados con este tipo de madera. Es común observar que la madera de olivo tiende a deshidratarse, pero esto no es problema, basta con aplicar aceite de girasol o algún aceite natural para recuperar su aspecto original.
Tipos de tornillos para madera
Antes de mencionar algunos tipos de tornillos para madera, es necesario aclarar que el tornillo recomendado para trabajar este tipo de material es el tirafondo, por lo que a continuación presentaremos este tornillo en algunas de sus variaciones más comunes.
Estándar
Es el más común que existe y el más utilizado. Tiene forma cónica y cabeza ranurada. Por lo general no va roscado totalmente. Los carpinteros aconsejan que antes de introducir este tornillo, se debe hacer un pequeño agujero en la madera. De no hacerlo, se corre el riesgo de que el tornillo pueda rajar la madera.
Si la madera en la que vas a roscar el tornillo estándar va a ser expuesta a la intemperie, no se recomienda utilizarlo, ya que puesto que está fabricado con acero al carbono, puede corroerse con facilidad.
Recto
El tornillo tirafondo recto se caracteriza por presentar un vástago de forma cilíndrica en lugar de cónica. Se trata de uno de los tornillos más utilizados en la actualidad, ya que no amerita una perforación previa antes de ser introducido en la madera, al menos en la mayoría de los casos.
Con la finalidad de darle mayores propiedades que puedan resistir la corrosión, los tornillos rectos generalmente están revestidos de un galvanizado especial. La cabeza no tiene una ranura determinada, ya que pueden ser conseguidos en prácticamente todas las presentaciones.
De seguridad
Se le llama tirafondo de seguridad porque después de haber sido roscado, no se puede desatornillar bajo ninguna circunstancia. Algunos de ellos están dotados de una ranura plana y sin forma definida, de tal manera que sólo admiten ser girados en un único sentido.
Otros tornillos de seguridad utilizan un mecanismo que después de ser roscado en su totalidad, deforma la cabeza para evitar que pueda ser desatornillado.
Barraquero
Es probablemente el tornillo más resistente que existe. Está fabricado con un gran calibre y su resistencia es tal que a menudo es utilizado en estructuras de grandes construcciones. Su cabeza es de forma hexagonal, de tal manera que resulta más sencillo el proceso de roscado en la madera.
Es muy utilizado en el atornillado de vigas y columnas de grandes estructuras. Tal como en el caso de los tornillos estándar, es necesario perforar previamente la madera antes de introducirlos para evitar fisuras en el material.
Tipos de barniz para madera
Barniz sintético
Está compuesto por resinas sintéticas que le proporcionan a la madera excelente protección contras los rayos ultravioletas, además proveerle de protección contra la humedad y la formación de moho en la superficie.
Estas propiedades lo convierten en un barniz muy recomendable para ser aplicado en maderas de exteriores, incluyendo marcos de ventanas y láminas de techo.
Barniz nitrocelulósico
Seguramente lees el nombre y te imaginas un barniz con propiedades químicas increíbles, pero en realidad se trata de un barniz muy delicado, generalmente utilizado para el revestimiento de instrumentos musicales y piezas similares.
Si no se tiene una correcta comprensión de las limitantes del barniz, puede llegar a estropearse con el tiempo, ya que no reacciona muy bien al calor ni al contacto con el agua. Es por esta razón que se recomienda solo en muebles decorativos interiores.
Barniz acrílico
Puesto que es un barniz de usos múltiples, es uno de los más utilizados en la industria de la madera. En primer lugar puede ser utilizado como barniz, también puede ser utilizado como sellador y como protector de pinturas. Es como hacer tres compras en una.
Puesto que es de los más utilizados, puede ser encontrado en cualquier ferretería o tienda de pinturas a un precio accesible. Es muy recomendado para proteger las maderas naturales que tienden a degradarse con el tiempo, como es el caso de la madera de olivo. Sus grandes propiedades selladoras lo convierten en una de las opciones ideales para proteger los muebles exteriores.
Barniz de poliuretano
Cuando nos referimos a los barnices de poliuretano, hablamos del barniz que mayor propiedad de resistencia proporciona a cualquier tipo de madera. Cualquier mueble revestido con un buen barniz de poliuretano, será capaz de resistir perfectamente la abrasión, la fricción y cualquier tipo de manchas.
Es uno de los barnices más utilizados para proteger muebles o estructuras que obligatoriamente tengan que estar expuestos a distintas condiciones climáticas. Nos referimos a tarimas, bancos de jardín o pequeños tejados al natural.